Reviewing Cinema: julio 2012

THE AMAZING SPIDER-MAN [★★★1/2]
(Marc Webb, 2012)

Incertidumbre sentimos cuando, repentinamente, se abandonó una cuarta entrega de Spider-Man y se optó por un reboot. Marc Webb, cuya única película bajo su batuta era la hermosa (500) Días con Ella, fue el elegido para llevar a cabo la nueva interpretación del trepamuros.

Alejándose de lo planteado por el Hombre Araña de Sam Raimi pero manteniendo algunas cosas, la película –y futura trilogía- hace énfasis en el aspecto humano y emocional de sus personajes.

Andrew Garfield y Emma Stone interpretan a la joven pareja enamorada que, en cierto modo, le dan el rumbo a la película. El primero hace un Peter Parker dedicado pero confundido por la pérdida de sus padres o el descubrimiento de sus poderes, por mencionar algunos, mientras que la segunda logra una Gwen Stacy dulcey carismática. La química entre ellos es tan buena que, mientras ellos se enamoran en pantalla, tú te encariñas de la pareja. En las actuaciones secundarias están Martin Sheen, el tío Ben que se preocupa por los suyos y Sally Field, la tía May que adora a su familia; ambos lucen cómodos en su papel y su interpretación es todo menos forzada.

En el antagónico está el doctor Connors, deseoso de una sociedad sin enfermedades o malformaciones y que, por proteger su trabajo y cuidar sus avances científicos, llevará hasta las últimas consecuencias sus acciones. Rhyf Ifans logra interpretarlo de manera precisa; tanto a la hora de ser un brillante e inteligente colaborador de las empresas Oscorp como en el momento en que tiende a ser un poco más salvaje.

El aspecto visual es para rescatarse. La manera en que el Hombre Araña desplaza a lo largo de Nueva York es excepcional –más si se ve en 3D- gracias a las tecnologías empleadas hoy en día. El diseño de el Lagarto no es el que todos esperábamos -mas sí el que la cinta requería- pero gracias a los efectos de primer nivel con que al cinta se abastece, se logra crear un ser feroz y temible adversario.

El punto débil de la cinta se encuentran la velocidad con que se llevan a cabo las escenas -en especial aquéllas que involucran acción y destrucción- que, sin embargo, siguen siendo disfrutables gracias al ambiente que rodea a la cinta.

Hay que agradecerle a Marc Webb que los orígenes del arácnido se exploren de manera muchísimo más profunda, sentimental y emocional, sin dejar de lado las, siempre necesarias, secuencias de acción. Dicho esto, la película logra revivir nuestro sentido arácnido y nos alerta para llevarlo al máximo.

*Estrellas en escala del 0 al 4.